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No cabe duda que los habitantes del estado Trujillo se encaminan a una nueva fase del proyecto socialista que lidera el Comandante-Presidente Hugo Chávez, un cambio de gobierno necesario para lo cual necesita buenos y comprometidos gobernadores, acompañados de alcaldes con convicción y visión colectiva; legisladores conscientes de la deuda social que la verdadera Revolución debe solventar y buenos equipos alejados de los vicios corruptos heredados del pasado.
Así opina el militante y miembro del equipo de medios y propaganda del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Josué Montilla, quien expone que la hojarasca política de los gobiernos del pasado, reaparecen para apoyar a sus contaminados discípulos, en una fallida acción de tratar de oxigenar a quienes alguna vez estuvieron en el poder en un oficio que no dejó huella, pues la célula cancerígena de la escuela perversa pitiyanqui venezolana, sometió a su pueblo con abusos y violación de principios éticos.
Dice Montilla: «los intentos de la oposición oligárquica y representantes tecnócratas Magna Cum Laude de los partidos tradicionales adeco-copeyanos para acabar con el gobierno Bolivariano del presidente Chávez, siguen fracasando; la meritocracia de la vieja Pdvsa ahora nos visita en Trujillo, extendiendo a su copartidario la maestra mano en las artes infectas en las disciplinas administrativas».
«Estos eruditos estegosaurios, -continúa- embisten mediáticamente al candidato del Presidente Chávez, sin percatarse que los veteranos fascistas, antes de desaparecer de la escena política, parecieran retratarse en las palabras que hoy en día manifiestan a través de los medios, sabiendo que no es bueno lanzar piedras hacia arriba si se tiene techo de vidrio; recordemos que el político de oficio busca hacer del ejercicio burocrático un modus vivendi, en vez de irse con su rabo de paja a disfrutar de las mieles obtenidas del usufructo», puntualizó.
Asegura Montilla que en las memorias trujillanas, está bien claro que la pobreza y la inseguridad se sembraron en los gobiernos guanábanas, cuando se beneficiaron con patrimonios del Estado, los veteranos recursos humanos de las dos toldas partidistas, generando así hechos graves de corrupción y despilfarro, lo que influyó para que se acelerara una crisis general que ocasionó una reacción de despertar del pueblo de Bolívar. «Los doctos pdvesianos fracasaron rotundamente y el pueblo trujillano no los quiere más, porque ellos son alcahuetes de los desmanes de estos gobernantes frustrados, por eso no volverán», culminó.
(Prensa Psuv)